lunes, 25 de abril de 2011

RELIEVE DE LA REPUBLICA ARGENTINA

CONDICIONES DEL RELIEVE



Las diversas formas del terreno que se observan en el paisaje se conocen como relieve. La superficie de nuestro país presenta relieves muy variados: desde los más altos y escarpados a los planos y hasta hundidos. El relieve argentino, tal como se presenta hoy, es el resul­tado de fuerzas internas y fuerzas externas que modelan las formas originadas por los movimientos del interior de la Tierra. En nuestro país predominan tres formas de relieve: las llanuras que ocupan más de la mitad de su superfi­cie, las mesetas y las montañas, conforman el resto.
Zonas de llanura
La llanura chaco-pampeana abarca prácticamente to­da la zona oriental del país, desde el límite con Bolivia yParaguay hasta el río Colorado. La llanura es el resultado de una larga historia geológica, es decir, se fue con­formando en el transcurso de las diferentes eras geológicas. El basamento (asiento) de la llanura es muy antiguo, ya que está constituido por rocas de origen precámbrico. La parte superficial de la llanura es la más reciente, pues se formó a partir de la sedimentación que tuvo lugar durante el cuaternario en la depresión perteneciente al macizo de Brasilia (precámbrico). Este macizo, que constituye el basamento de la llanura, ha sufrido a través del tiempo importantes fracturas originadas por fuerzas internas. Como consecuencia descendieron algunos bloques (en las provincias del Chaco, Santiago del Estero, Santa Fe y Buenos Aires) y subieron otros (en las provincias de Misiones, Corrientes y Entre Ríos). Las fallas de estos bloques fueron, en muchos casos, ocupadas por ríos, como por ejemplo, el Paraná.
Las rocas pertenecientes al macizo de Brasilia se encuentran a diferen­tes profundidades: en la ciudad de Buenos Aires están a trescientos metros; en Santiago del Estero, a dos mil metros, y en el sur de la provincia de Bue­nos Aires, aproximadamente a cinco mil metros. Esta enorme depresión de dimensión continental sufrió un importante proceso de acumulación de se­dimentos por diferentes agentes: el mar, el viento y los cursos de agua, que han ido rellenando la zona hundida y recubriendo los bloques fracturados.
La gruesa capa de sedimentos, junto con el clima generalmente humedo, permitieron, aun con marcadas diferencias, la formación de suelos ricos en materia orgánica y minerales que favorecieron el asentamiento humano y el desarrollo de distintas actividades económicas, especialmente las agrí­cola-ganaderas.
La llanura se encuentra interrumpida por las sierras de Tandil y de Ven' tana (sur de la provincia de Buenos Aires) y las de Mahuidas (provincia de La Pampa). Las sierras de Tandil (de hasta 500 metros de altura) están for­madas por rocas de la era precámbrica que posteriormente fueron erosiona­das y cubiertas en algunos sectores por sedimentos más jóvenes. De las sie­rras se extraen rocas que se utilizan para la construcción (cuarcitas, calizas y calcitas). Al pie de este sistema existe una zona de suelos negros de gran fertilidad donde se practica la agricultura. Al sudoeste de las sierras de Tandil se encuentran las de Ventana. Su altura máxima de 1.200 metros atesti­gua un origen posterior, pues se formaron en la era primaria o paleozoica. Es un importante centro turístico.
Las sierras de Mahuidas (500 metros de altura máxima) bordean la llanu­ra pampeana por el sur, acompañando la margen norte del río Colorado hasta su confluencia con el río Curacó. Se encuentran en el sector menos húmedo de la Pampa, por lo que la actividad agrícola-ganadera es poco importante.

Zonas de meseta
Al sur del río Colorado, entre la cordillera andina y el océano Atlántico se encuentra la meseta patagónica. Dio su nombre al macizo patagónico, de origen pre-cámbrico, sobre el cual se asienta.
Esta zona estuvo sometida a repetidos movimien­tos de ascenso y descenso que dieron a la región el as­pecto de una gran escalera que desciende desde el oeste hacia el Atlántico. Otra particularidad del pai­saje es la presencia de huellas de fenómenos ocurridos en tiempos remotos, como las dejadas en las mesetas por la fuerte erosión (desgaste) provocada por anti­guos cursos de agua, y como los restos de bosques petrificados (provincia de Santa Cruz y de Chubut) y de dinosaurios que existieron antes de que se alzara la cordillera de los Andes. El paisaje escalonado que predomina en esta zona se ve interrumpido por las sierras Patagónides (formadas en la era secundaria o mesozoica), donde se encuentra el yacimiento de hierro de Sierra Grande (provincia de Río Negro).
El macizo patagónico no aflora en la superficie, en pocos lugares, pues está cubierto por sedi­mentos terrestres y marinos que se fueron depositando en los sucesivos períodos geológicos. Estos sedimentos contienen gran cantidad de material orgánico de considerable valor económico: los yacimientos carboníferos de Río Turbio (provincia de Santa Cruz) y los ya­cimientos de gas y petróleo en la cuenca del golfo San Jorge (Chubut y Santa Cruz), en la cuenca neuquina Plaza Huincul, al sur, y Catriel, al norte) y en la •enea austral (sur de Santa Cruz y norte de Tierra
La meseta misionera es el resultado de la fractura y ascenso de uno de los bloques del macizo de Brasilia durante el terciario. Por la fuerte erosión que realizaron en los últimos tiempos los ríos que desembocan en el Paraná y el Uruguay, se formaron profundos valles que dieron a la meseta un aspecto ondulado.
La Puna es una altiplanicie ubicada a más de 3.000 metros de altura, asentada sobre rocas precámbricas. Su gran altura se debe a que la planicie fue afectada por el plegamiento andino, y por la fuerte erosión sufrida su re­lieve no presenta pendientes abruptas.

Zonas de montañas
Las montañas más imponentes ocupan el oeste del territorio nacional, forman parte de la cordillera de los Andes, y sus majestuosas cumbres (al­gunas cubiertas de nieve) ofrecen un paisaje de singular colorido y belleza. La precordillera, las sierras subandinas y las sierras pampeanas, situadas ha­cia el este, integran el resto del relieve montañoso más importante del país.
Las montañas de mayor altura de la Argentina se formaron con el plega­miento andino (terciario), que es el movimiento orogénico más reciente en la historia de la formación de la Tierra. Se conocen con el nombre de cordi­llera andina e incluyen, de norte a sur, la Puna —desde la frontera noroeste del país hasta los 27 grados de latitud sur (Catamarca)—; los Andes centra­les —desde donde termina la Puna hasta el lago Aluminé (Neuquén)—; y los Andes patagónico-fueguinos —desde el lago Aluminé hacia el sur, in­cluida Tierra del Fuego.
La Puna se encuentra limitada al este por las montañas de la cordillera oriental. Hacia el oeste, sobre el límite internacional, se encuentran los volcanes Llullaillaco (6.739 metros) y Socompa (6.031 metros).
La cordillera central —también denominada Andes áridos por estar des­provistos de vegetación— presenta las características de un relieve joven: gran altura (superior a los 5.000 metros), cumbres en forma de aguja y lade­ras con pendientes agudas. Está formada por dos cordones: la cordillera prin­cipal, donde se destaca el cerro Tupungato (6.800 metros) y los volcanes Maipo y San José; y la cordillera frontal, en la que se encuentran el cerro Mercedario (6.769 metros) y el Aconcagua (6.959 metros), montaña más alta del continente, donde se unen las cordilleras frontal y principal.
Los Andes patagónico-fueguínos son más bajos que los centrales y su relie­ve muestra la intensa acción de los glaciares y de la erosión fluvial.
El plegamiento andino también influyó sobre la franja terrestre que se encuentra al este de la cordillera, denominada precordillera de La Rioja, San Juan 31 Mendosa; allí elevó montañas de menor altura compuestas por sedi­mentos antiguos. Un extenso valle desde Uspallata hasta La Rioja separa la precordillera de la cordillera frontal. Es la zona más árida del país (escasas precipitaciones).
Las sierras subandinas constituyen otro sistema orográfico influenciado por el plegamiento andino. Sus sierras bajas se encuentran interpuestas en­tre la llanura chaqueña y la cordillera Oriental, siendo su cumbre más ele­vada el cerro Crestón (provincia de Salta) que alcanza 3.300 metros.
Las sierras pampeanas forman parte del relieve montañoso de las provin­cias de Catamarca, Tucumán, Salta, La Rioja, San Juan, San Luis, Córdoba y Santiago del Estero. Se encuentran sobre el macizo de Brasilia, se forma­ron por plegamientos antiguos (paleozoico), luego fueron erosionadas y volvieron a ascender con el plegamiento andino, llegando a superar los seis mil metros en La Rioja (sierras de Famatina).


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